Esta es la historia de Abigail* (nombre ficticio) que tiene una trayectoria de desamparo y dolor que inicia cuando es niña, la pobreza es tolerada con amor y unión familiar pero lamentablemente sus padres fallecen en un accidente cuando ella era una niña, nadie de su familia quiere hacerse cargo de ella y es llevada a un orfanato en donde los maltratos físicos, verbales y psicológicos son el pan de cada día. A la edad de dieciocho años sale de este orfanato y se dedica a trabajar para sobrevivir, años después conoce al que será su esposo, se casan y forman una familia con una hija, al fin su vida tiene sentido y recibe lo que hacía años le faltaba: amor, cuidado y una linda familia unida. Poco tiempo después recibe nuevamente un golpe de vida, queda viuda y le toca sacar adelante a su hija, sola y sin nadie que le apoye.

Al transcurrir el tiempo su hija decide sacar a Abigail de la casa que tanto le costó mantener, decide eso porque se casa un hombre que se lo exige para vivir juntos. Abigail no tiene a donde ir pues ya es de avanzada edad y no tiene posibilidades que la contraten en algún lugar para trabajar. Vive por un tiempo en las calles pidiendo limosna y durmiendo en las banquetas de la calle, un día una persona de buena voluntad la lleva a un ancianato clandestino en donde es sacada a las calles para pedir limosna. Por la noche si no lleva la cuota mínima requerida no tiene derecho a comer ni a dormir en cama, ella trabaja todo el día pidiendo dinero y solamente por las noches llega a ese lugar a dormir. Un día se cae en la calle, no puede levantarse sola y unos vecinos llaman al ancianato, la llevan al hospital y tiene el femur fracturado, lamentablemente para el hogar ella ya no es rentable, se vuelve una carga y la dejan abandonada en el hospital, por meses, sin nadie que la visite y no tiene a nadie que se haga cargo de ella, es el hospital quien se contacta con Unidos para Amar Hogar de Ancianos para ver la posibilidad de que la reciban y le den el cuidado que necesita.

Unidos para Amar Hogar de Ancianos, la reciben, la alimentan, la visten, le dan el tratamiento médico que necesita para su recuperación, con el tiempo se reestablece y comienza a recibir fisioterapia, a la fecha es una ancianita coqueta, alegre, y camina por sí sola, es una ancianita feliz en su nueva casa y donde hace travesuras.

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